viernes, 2 de enero de 2009

Nubes Rojas

Las nubes eran rojas. Y era raro ver nubes rojas de noche, pero algo oí en la radio de un fenómeno atmosférico de reflejos y por eso se veían así. Las nubes rojas me pusieron a pensar.

La última vez que la ví fue hace 4 años y también había nubes rojas el ADO estaba vacío, a lo mucho unas 15 personas, un autobús con escalas  con  destino al D.F. la esperaba en el andén número 5. Estábamos seguros de que esta iba ser un adiós definitivo. Un camión al D.F, un avión a España.

Una voz anunció “ADO le da la más cordial bienvenida e informa a los pasajeros rumbo a México Central Tapo,  que él autobús número 213 estacionado en el andén número 5 está próximo a su partida”.  Sentí una gota de sudor en la espalda y sólo pude tomar su maleta para ayudarla. Los labios me temblaban y sentía las piernas de goma, no sabía cómo despedirme.

Me vió y dijó “No estés triste muchacho” y me dio un tierno beso en el cachete. Con una palideciente voz le conteste titubeando “Sabes… todo este tiempo te ame” y ese beso en el cachete se convirtió en el único beso de amor que he tenido en mi vida y abordó el autobús.

Al salir de la central para  tomar un taxi para regresar casa lo primero que hicé fue ver hacia el cielo las nubes eran todas rojas.

Hoy cuatro años después había nubes rojas y me encontraba bebiendo con unos amigos en lo que es la barra más grande del mundo, el malecón, escuchábamos una triste melodía de Frank Zappa Watermelon in Easter Hay. Las nubes tambien eran rojas, obviamente pensé en ella.

Un bocho azul metálico se estacionó justo al lado de nuestra camioneta, unos gritos de mujer provenían de él. Todos volteamos a ver quién era y resultó ser ella. Obviamente ya no era la misma, pero seguía siendo ella. Corrió hacia mí y me dio un fuerte abrazo, no me la podía creer, nos saludamos, me explicó que vinó al funeral de una tía hermana de su mamá a la que no extrañaría.

Entonces lo vi a él, ella se dio cuenta y con un toque de pena me lo presentó, se llamaba Luis, creo,  era un bien parecido españolito me comentó que llevaban 2 años saliendo, mierda pensé, pero así es esto del amor y platicamos un buen rato, hasta el españolito me cayó bien. Después de eso se despidió y quedamos ir a un café.

Un amigo me dio ray a mi casa, no hablamos mucho en el camino. Mientras abría la puerta de mi casa, volteé a ver el cielo y las nubes eran rojas. Pinches nubes rojas.

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