Es el latido del corazón izquierdo el más efímero de mi partida. La situación no aparenta un estado de mejora. La prohibición está de moda, el alcohol vive libre de pecado. Borrachos, putas, locos, homosexuales y drogadictos nos conforman. Somos la juventud perdida.

Es el latido del corazón izquierdo el más efímero de mi partida. La situación no aparenta un estado de mejora. La prohibición está de moda, el alcohol vive libre de pecado. Borrachos, putas, locos, homosexuales y drogadictos nos conforman. Somos la juventud perdida.

El neoliberalismo desencantado

Que mejor época que ahora, para hablar sobre el neoliberalismo. Estamos viviendo una crisis mundial, que en gran medida le debemos a este tipo de política económica.
Fue en principios de los ochenta cuando se decidió que el mejor sistema económico para un país era de una manera liberal. El desencanto ocurrido por la crisis de los años treinta, la segunda guerra mundial, el crecimiento soviético y la guerra fría hicieron creer que el capitalismo estaba viendo sus últimos días, pero fueron las políticas de Reagan y de Thatcher donde el conservadurismo y el capitalismo se fundieron con ideologías liberales para acuñar el término neoliberalismo.
A más de 20 años de que se aceptara el neoliberalismo como esperanza mundial, podemos ver como esta corriente está haciendo colapsar a los grandes países que la habían utilizado. El gran imperio llamado Estados Unidos de América, sufrió una dura crisis debido a usar esta política, una crisis que se reflejo en todo el globo y en todos los países que utilizan esta medida económica.
El poco poder del estado en cuestiones económicas, el libre mercado monopolizado, los grandes emporios, el boom mediático han hecho de este sistema el más fácil y cómodo de usar. Todo esto acarreando un sinfín de problemas que hoy vemos reflejados.
No tenemos que irnos tan lejos para mencionar un ejemplo de un mal uso del sistema neoliberalista, el mejor ejemplo lo tenemos en nuestro propio país y esta tan fresco que aun se habla mucho de él. Tuvimos un gobierno totalmente neoliberalista con Carlos Salinas de Gortari provocando la peor crisis económica hasta ahora( digo hasta ahora por que en estos tiempos, no se sabe) en la historia de México.
Prácticamente Salinas de Gortari vendió a México al mejor postor y ahora publica un libro donde reclama en mal uso del neoliberalismo en México por parte de los siguientes programas gubernamentales( Zedillo, Fox y Calderón), siendo el mismo que puso las bases para que ocurriera asi.
El escenario del debate que se dio entre 1988 y 1993 sobre el ingreso de México al Tratado de Libre Comercio con Estados Unidos y Canadá, que se dio en Estados Unidos para saber si éramos dignos de ser aceptados o no, y donde los representantes mexicanos dejaron pasar lo que serían las reglas de ese tratado y que a corto y largo plazos beneficiaron más a la economía fuerte y debilitaron a la nuestra, pues nunca hubo medidas de compensación y acuerdos para equilibrar las asimetrías, como en el caso de España o Irlanda ante la Unión Europea.
Por ello, efectivamente fuimos arrojados a la globalización sin instrumentos por sector, por mercado, por industrias; decrecimos cuando la economía mundial creció y perdimos la coyuntura.
Bajo el contexto del neoliberalismo mundial, Salinas se lanzó a la privatización, pero no abrió, como lo hemos dicho varias veces en este mismo espacio. Privatizó telefonía, bancos, minas, metalurgia, cemento y fortaleció los monopolios de la radio y la televisión. En estas ramas, propiedad de un puñado de familias, no hubo libre mercado, sino un gran proteccionismo que construyó la percepción general de los mexicanos de que todos los nuevos propietarios eran simplemente prestanombres del propio Carlos Salinas.
Desde el exterior, y sobre todo en la sucesión presidencial, vino la presión; por ello el candidato designado por Carlos Salinas fue sustituido por un candidato nombrado por el Consenso de Washington para culminar la obra privatizadora que eliminaría las barreras del proteccionismo salinista a su nueva oligarquía y permitiera la entrada de los intereses trasnacionales.
Por eso es falso que México haya quedado atrapado entre neoliberalismo y populismo y que sea el responsable de la década perdida, como dice Salinas, sino que ha estado sometido entre una corriente neoliberal de carácter cerrado, protegido, que utiliza los valores del nacionalismo para encubrir sus intereses, y otra que efectivamente se impulsó desde el gobierno de Ernesto Zedillo en favor de los intereses de las grandes trasnacionales estadunidenses.
Es por eso que México sufre igual que USA en esta crisis, mientras que vemos a los países satanizados por los medios como Venezuela, Cuba, China, Corea del Norte y Colombia les está yendo de maravilla (los indicadores no mienten). Ahora que en El Salvador el nuevo presidente electo Funes, de un partido de izquierda está siendo aceptado por los medios y vemos una respuesta muy amable de todos los países.
Obama decidió tener una política centrada en su país, y el experimento está empezando, aun no podemos decir que un gobierno de izquierda que le va bien por el momento va a seguir con esa tendencia. Pero tal vez si debamos manejar una nueva política económica.
La globalización es imparable, pero ahora como Mexicanos y como seres humanos tenemos las herramientas para comprender los cambios en el país y en el extranjero, es momento de ponerse a pensar un poco en el bienestar nacional, en comprender los contextos, en criticar al gobierno es hora de que despertemos de el estado del bienestar y reflexionemos sobre el futuro que deseamos como país. El neoliberalismo es un desencanto.